domingo, 13 de julio de 2014

Condena al humo

Condeno el humo y su carga;
el humo apestoso
de la corriente oficial;
el humo que se vende
-y no compraré-;
el humo barato de políticos
perdidos de suciedad
–tóxica, envenenadamente tóxica-;
el humo que tácitamente mata;
el humo de tubos lujosos
-aun los hay lujuriosos-;
el humo de la soledad apagada;
el humo útil de troncos apropiados;
el humo parásito, el cómodo;
el humo vertido de sangre anónima;
el humo indiferente: el humo burgués
y el obrero que calla, asiente y consiente;
Condeno el humo deliberado que fumo.



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